domingo, noviembre 13

Pispeo, por las dudas.


Volvió.
Todo vuelve o al menos las cosas que uno quiere conservar. Estoy dispuesta a que regresen porque soy  un ser nostálgico, extraño y conservo el lugar de cada cosa, aún cuando ignoro si está allí o ya no. 
La imagen que armo en mi cabeza es la de la masa que se deja leudar, conserva los apretones que le dieron la forma de algo que ya no está presionando ahí. Las cosas tardan en volver a su sitio y en ese transcurrir me encuentro con un torbellino de posibles novedades, lo nuevo... eso a lo que siempre le falta o sobra algo.
Vuelve a caer el peso original, se acomoda en su huella y la transforma en una nueva. Algo mejor es posible con los mismos elementos. 
Me encuentro con mi mechuoktomat, ansiosa por terminar el rollo como la primera vez. Muerta de ganas de ir a revelar las fotos. No sé lo que tienen adentro, otra vez ¡me olvidé qué cosas fotografié! pero sé que entre esas fotos están las primeras. 

La del pijama escuchó una canción que empieza diciendo "They say an end can be a start" ¿no es genial?
Yo creo que sí. 

Busco los Sí entre todos los No. 



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