sábado, febrero 23

En vano, de balde, al pedo, sin sentido


Es normal sentirse un foco y es mejor ser uno de bajo consumo.
Conozco mucha gente que es como los caballos de la ciudad a los que le ponen esos parches en los ojos para que no se asusten con los autos, van ciegos.
También sé de personas que viven indiferentes a todo lo que los rodea, hacen lo suyo y se van. No pretenden más que eso.
De algunos ignorantes que no hacen ni lo suyo ni lo ajeno, pero piden.
Ojalá siempre me preocupen las cosas que me preocupan aunque solo me angustien a mi.
Ojalá nunca haga las cosas sin sentir miedo del futuro.
Ojalá nunca me sienta tranquila de saber que todo lo que quiero puede irse de mis manos solamente porque a cualquiera le puede pasar.

A veces el dolor y el miedo hacen que uno sienta las cosas con más intensidad. Eso sí, sólo a veces.

1 comentario:

Iván dijo...

Pero también a veces el dolor y el miedo, hacen que uno no pueda mirar para adelante, y camine de espaldas hacia el futuro, mucho más susceptible a las trabas y piedras que pueda haber en el camino.
Y además, a veces la desconfianza genera más desconfianza, y eso no es bueno.
Ojalá que los miedos sean sanos, y respondan al cuidado de lo que amamos y no hagan lo contrario, descuidarlo.